Autenticidad y esplendor: nuestra intervención en el pintado de los elementos del patio trasero de la Casa Batlló

Desde Mestres Pintura Industrial hemos tenido la oportunidad de formar parte de un proyecto de restauración patrimonial muy especial: la intervención en el pintado de las barandillas, jardineras y rejas de hierro forjado de la parte posterior de la Casa Batlló. Un trabajo que ha combinado exigencia técnica, respeto por los orígenes y amor por el arte.

Este espacio, de uso privado y perteneciente a la vivienda original de Josep Batlló y Amalia Godó, es mucho más que una zona exterior: es una obra de arte viva que refleja la visión orgánica y simbólica de Antoni Gaudí. Él concibió esta parte posterior como un jardín vertical donde el hierro, la cerámica y el vidrio se entrelazan como si fueran una planta trepadora, y donde las barandillas y rejas de los balcones simbolizan las ramas que unen ambos lados.

 

Pintar patrimonio con precisión y respeto


Formar parte de un proyecto como el de la Casa Batlló supone un reto técnico y, al mismo tiempo, un orgullo. Desde nuestra especialización en pintado industrial de alta exigencia, hemos intervenido en la restauración de los elementos de hierro forjado, velando por que la calidad, la durabilidad y el respeto patrimonial estuvieran presentes en cada detalle.

Nuestra labor se ha centrado en el proceso de pintado de las distintas piezas, tan simbólicas como delicadas, que requerían una intervención técnica de alto nivel para garantizar su conservación, tanto a nivel estructural como estético.

El primer paso del proceso fue el granallado, saneando la pieza y eliminando cualquier resto de pintura antigua, suciedad u óxido, dejando el hierro completamente limpio y preparado para recibir los tratamientos posteriores.

Una vez limpias, las piezas se trasladaron a un centro especializado para aplicar la cataforesis, un proceso electrolítico que crea una capa anticorrosiva uniforme en todo el interior y exterior de la pieza, incluso en zonas de difícil acceso. Esta protección es esencial para evitar la oxidación y garantizar la durabilidad del hierro a largo plazo.

Después, aplicamos una imprimación específica anticorrosiva para crear un efecto barrera contra la futura corrosión y para proteger aquellos puntos donde el trenzado de las barandillas impedía la aplicación del proceso. La imprimación contribuye a aumentar la resistencia a la humedad y a los agentes atmosféricos y prepara la superficie, favoreciendo la adherencia de la capa final de pintura.

Finalmente, aplicamos la pintura de máxima resistencia según los estándares C4/C5, pensada para entornos con alta exposición ambiental. Esta pintura no solo protege, sino que respeta el aspecto visual y cromático original, contribuyendo a restituir el valor estético de la forja.

Uno de los principales retos de este proyecto fue que algunas piezas presentaban formas muy complejas, lo que nos exigió técnicas específicas para que la pintura y la protección anticorrosiva llegaran a todos los rincones, manteniendo la cobertura y la uniformidad con el paso del tiempo.